En la mitología griega, Erígone (en griego antiguo: Ἠριγόνη, Ērigónē) es la hija de Icario de Atenas.[1]
La amabilidad de Icario, padre de Erígone, con Dioniso hizo que diera a beber vino a sus pastores. Éstos, embriagados, mataron a Icario, creyendo que habían sido envenenados por él. Su hija Erígone y su perro Mera encontraron su cuerpo. Erígone se ahorcó sobre la tumba de su padre. Dioniso, furioso, castigó a Atenas haciendo que todas las mujeres vírgenes de la ciudad se suicidasen de la misma manera.
Erígone fue colocada en el firmamento como la constelación de Virgo.[2]
Según cuenta Ovidio, Dioniso «engañó a Erígone con uvas falsas»,[3] esto es, asumió la forma de un racimo de uvas para seducirla.
Erígone, habiéndose enterado del engaño, llamó por esto mismo a su hijo Estáfilo, ‘racimo de uvas’.[4]
Referencias
Enlaces externos
- Erígone, en el sitio del Proyecto Perseus.



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